Recetas

Se pueden hacer croquetas de todo lo que se les ocurra. Hasta hace no mucho tiempo era habitual que la comida que sobraba pasaba a croquetas al día siguiente. En España e Italia esta costumbre persiste, entonces con la pesca del día, un par de huevos, y por allá obtienen unos bocados deliciosos. Por acá por ejemplo podemos probar con una ensalada de papas que quedó del día anterior, se le agrega 1 huevo, perejil y ajo, una cucharada de harina y quedan unas croquetas para chuparse los dedos. 

 

De pollo: ¿sobraron algunas presas? Lo primero es desmenuzarlas, agregar 1 o 2 huevos -según la cantidad de pollo-  y luego harina entre 2 y 4 cucharadas, salpimentar. Para hacerlas más sabrosas y nutritivas se puede sumar zanahoria rallada, cebolla en cubitos, pimientos, choclo o zapallo, previamente cocido o rehogado. Todo suma y hace mejor el plato. 

 

De zapallitos: luego de hervir 1 kg de zapallitos escurrirlos bien, agregar 2 cucharadas de sopa crema de cebolla, dos cucharadas de harina, 1 huevo y 2 cucharads de queso rallado y a freír.

 

Croquetas de acelga

Picar y rehogar la cebolla en aceite, agregar la acelga -cocida, picada y bien escurrida- y saltear unos minutos. 

Posteriormente pasar la preparación a un bowl, sumar los huevos, sal, pimienta, nuez moscada, queso rallado y harina. Mezclar todos los ingredientes hasta que se forme una pasta blanda. 

Es posible armar la croqueta y freírla directamente, de a una cucharada como medida,  o pasar la croqueta por pan rallado para que quede crujiente.
Luego de freír retirar con espumadera y apoyarlas en papel de cocina para que escurran el aceite sobrante.